5 razones por las que es el mejor momento para comprar una propiedad en Tenerife
Una combinación de factores hará que la demanda de propiedades en Tenerife se acelere a medida que el verano se convierte en otoño en Tenerife. Muchas gangas ya han desaparecido del mercado, y parece que el verano será el mejor momento para hacerse con las que quedan, porque cuando llegue el otoño los compradores volverán a la carga.
Fuente: idealista.com
Los tipos de interés siguen cayendo en picado y es probable que sigan haciéndolo. Los tipos de interés más bajos hacen que las hipotecas sean más asequibles, lo que atrae a un mayor número de compradores.
El banco central de España ha relajado las normas para los prestamistas, ayudando a los bancos a evitar pérdidas y a reforzar sus ratios de capital. Al mismo tiempo, el Gobierno está creando un fondo de reestructuración bancaria que, según dice, proporcionará hasta 90.000 millones de euros adicionales para los bancos. Esta combinación de medidas engrasará las ruedas de los préstamos hipotecarios y el endeudamiento será más fácil a medida que avancemos hacia el otoño.
Las cifras oficiales, Tinsa (la mayor sociedad de tasación de España) y los expertos independientes coinciden en que el mercado ya ha tocado fondo. Los datos del mercado de Tenerife demuestran que las gangas ya no son la norma, sino que se están convirtiendo en la excepción.
Los británicos poseen miles de propiedades en el sur de Tenerife y somos la mayor influencia en la economía local. La historia muestra claramente un fuerte vínculo entre la economía británica y la demanda inmobiliaria en estas zonas turísticas populares entre los compradores de segundas viviendas. Los precios de la vivienda en el Reino Unido han dado un giro, según las encuestas de los principales prestamistas, y esto tendrá un efecto en cadena, aumentando la demanda de viviendas en el sur de Tenerife. El aumento de la confianza en que la libra superará la barrera de los 1,20 euros antes de final de año alimentará aún más esta demanda.
Al igual que en muchos sectores, la demanda varía según la temporada. El verano es tradicionalmente la época más lenta para las transacciones inmobiliarias, que se recuperan en septiembre y se aceleran a medida que avanza el año. Combinadas con los factores anteriores, estas fluctuaciones estacionales apuntan a un resurgimiento de la demanda en otoño.
