Después de la tormenta: Por qué Tenerife es el clima perfecto para los inversores

Después de la tormenta: Por qué Tenerife es el clima perfecto para los inversores

A medida que la recesión se desata, los elementos que provocaron la tormenta perfecta para el sector inmobiliario están creando ahora las condiciones perfectas para que los inversores inmobiliarios vuelvan a darse un festín. He aquí 5 de las razones más importantes por las que los inversores están percibiendo el cambio de tiempo y saliendo hambrientos de su hibernación por la recesión, armados con una nueva sensación de confianza. En toda España, la prensa inmobiliaria informa de su regreso y Tenerife no es una excepción.

Los prestamistas hipotecarios en España siguen siendo muy cautelosos, prestando poco en relación con el valor de los inmuebles. Esto funciona bien para los inversores ricos en efectivo porque significa que hay menos compradores en el mercado y menos competencia. Al igual que el tiempo en Tenerife, el clima para los inversores tiene pocas nubes.

A medida que se acerca el final de la recesión, la mayoría de nosotros seguimos en estado de shock. La mayoría de la gente no ha caído en la cuenta de que ahora es el momento de comprar, y en muchos casos no lo hará hasta que el carro de la compra sea lo suficientemente grande. Ese es el momento en el que los inversores alertas de hoy cobrarán. Con la mayoría de los inversores potenciales todavía en casa, lamiéndose las heridas, el campo está vacío para los verdaderos jugadores.

Los inversores que merodean por el mercado en estos momentos tienen mucho donde elegir. Con un número récord de propiedades en el mercado, los inversores actuales son como leones sentados en medio de una gran manada de cebras enjauladas. Sólo tienen que decidir cuál es la más gorda.

Los inversores, como cualquier depredador, se sienten atraídos por las presas cojas. Hay propietarios de viviendas en Tenerife que se han visto más afectados por la recesión y que están flaqueando ante el último obstáculo. Estas ventas en dificultades son carne fácil para los compradores inversores.

Algunos propietarios han tenido su casa en el mercado durante un año o más. Muchos están desmoralizados y carecen de confianza ante tanta competencia de otras propiedades en venta y todavía relativamente pocos compradores. Los inversores, en cambio, están llenos de confianza; saben que el mercado va a subir. No es difícil saber quién se llevará la mejor parte cuando comiencen las negociaciones.